Estamos presenciando un nuevo capítulo en la historia de la humanidad.
Cual sería la reacción internacional si 1,5 millones de judíos se encontraran en estas circunstancias.Cuando observamos a las víctimas del terrorismo occidentales, y las secuelas psicológicas que estos graves acontecimientos dejan en ellos, conocidas como Síndrome de Estress Post-Traumático; nos preguntamos si la aniquilación planificada y sistemática de todo un colectivo de personas que son palestinos y están en Gaza se podría calificar también de terrorismo.
Cómo consolar a tu hijo o tu hija que tiene hambre, y tienes que explicar que el bloqueo internacional de Israel, Estados Unidos y Europa, lo permite y así lo quieren; la causa es haber nacido en el lugar equivocado, y no ser judío ni europeo. Las secuelas psicológicas de un trauma prolongado son infinitas, pero no pueden incluirse en el Estrés Post-Traumático, pues el trauma aún no ha terminado. Cuando los servicios de atención psicológica son más desesperadamente necesarios que nunca, les bombardean el centro de operaciones. A pesar de todo el personal continuará con su trabajo, sin edificio, sin informes y sin ordenadores.
Estudiar los efectos del estrés Traumático significa identificar al agresor y ayudar a la victima. Si preguntamos a la humanidad quién agrede de manera repetitiva, intencional y con una diferencia de poder al otro, observamos que los agresores, y sus ayudantes son fáciles de identificar, y la víctima que siempre pierde también.
Los resultados de las investigaciones señalan que el 60% de la población de Gaza sufre de estrés postraumático, que unido a la ruina económica, la crisis social, y la continuidad de los ataques israelíes, da lugar a lo que el Dr. Tawahina denomina el síndrome de Gaza, que conduce al ser humano a un estado incurable. Pero estas ofensivas israelíes es lo peor que ha visto en su vida.
La gente en Gaza son animales experimentales; los ponen en una jaula, les dan corrientes eléctricas por todas partes, y se tienen que quedar en la jaula, sin poder hacer nada, sin poder mejorar la situación, simplemente haciendo nada. Esta es la situación de la gente en Gaza. Descripción de Tawahina que nos recuerda el famoso experimento de Martin Seligman que muestra los síntomas de la indefensión aprendida, realizada con perros y que sirvió para fundamentar los principios y efectos de la depresión.
El síndrome de Gaza aparece cuando se somete a los seres humanos a una abrumadora secuencia de estímulos negativos y mortales para su vida, sin capacidad de reaccionar ni de controlar mínimamente nada. Un experimento que provoca unos síntomas en la persona que percibe y vive que quieren exterminarla y simultáneamente le impiden hacer nada para evitarlo ni escapar de la situación. Cuando esta situación además se mantiene en el tiempo hasta hacerse crónica, conduce a un extremo de desamparo y desesperación desconocidos hasta ahora en el ser humano.
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