Esta politica fue llevada a cabo desde principios de los 80, todo ha sido planificado incluyendo la caida de la Union Sovietica, el gobierno mundial quiere instalarse en una jerusalen sionista y judia.
Empantanar las tropas americanas para tener pegado a Estados Unidos a la verdadera estrategia judia, la guerra regional contra Siria, Iran y todo el que se le oponga, quieren Egipto, Arabia Saudi etc, este es el plan final: el gran Israel.
La Inteligencia israelí comprende perfectamente que el poder norteamericano en el mundo se encuentra en una fase decadente. Que el enorme poder material de los EUA no se traduce en voluntad política. Que es el momento en que países pequeños, como Israel, bien instalados en el interior de la política norteamericana, comiencen a a realizar la conquista del imperio, desde adentro y desde afuera. Para Arnold Toynbee ello sería un camino natural dentro del proceso universal de las crisis de las civilizaciones. Por el momento el lobby judío norteamericano verá incrementado su poder con los 1.250 que le aportará la banca suiza, luego de la exitosa operación de chantaje realizada a partir de la religión del holocausto.
De las operaciones ideológicas previas se encargarán como siempre las jaurías de escribas desparramadas por Occidente: tarea fácil luego de tantos años de histeria antimusulmana. El camino se está despejando para La guerra de 1999, largamente anunciada por el Estado Mayor Israelí. Tal guerra no será más que la destrucción utilizando para ello armas nucleares de los centros vitales del mundo árabe-musulmán: Teherán, Damasco, Bagdad, Beirut y, tal vez, El Cairo y Riad. Ahora, después de los salvajes atentados africanos, se justifica la destrucción hasta la raíz del odiado terrorismo islámico; ahora es preciso destruir los refugios de los que provocan la destrucción y la muerte irracional en nombre de Allah. Sólo un proyecto de tal envergadura puede justificar asumir para los grupos operativos judío-israelíes que cometieron los atentados en Africa oriental un riesgo tan alto: la posibilidad de que se descubra, por una vez, a los verdaderos culpables.
Todo indica que estamos viviendo una época de la historia del mundo en la cual un grupo humano específico, dotado de una ideología mesiánica y de una arraigada conciencia de superioridad respecto del resto de los mortales, parece decidido a la conquista del mundo, y no sólo de los Estados Unidos de Norteamérica. Ese grupo humano no sólo se lanza al abordaje de bancos europeos — suizos y alemanes, por el momento ; sobre todo, desde su bunker de Nueva York, la capital judía del Hemisferio Occidental, devalúa monedas y hunde naciones en todo el mundo, desde Indonesia hasta Rusia. Estos atracadores planetarios están atrincherados detrás de un Mito, el del Holocausto. El es su única fuerza moral.