
A grandes rasgos, Ucrania tiene cuatro zonas perfectamente diferenciadas. Una parte oeste, de donde proceden la mayoría de delincuentes comunes que se han hecho con el poder, pobre y desindustrializada. El pasado nazi de esta región es muy profundo: acogieron a los nazis como libertadores en 1941, aportaron una división a las Waffen SS y hasta 180.000 hombres en diversos tipos de fuerzas colaboracionistas, incluso 38.000 ucranianos, encabezados por la Brigada Antitanque ucraniana, participaron en la defensa de Berlín, donde fueron aniquilados por el Ejército Rojo.
Por el contrario, la parte este es rica e industrializada, con carbón, siderurgia y todo tipo de industrias, y el centro es la región agrícola más rica del mundo. Es en ellas donde alemanes y franceses se han hecho con el control de los principales recursos, es decir, están realizando un saqueo sistemático de Ucrania, como los fondos buitre en España. Y finalmente Crimea, cuyo valor estratégico es esencial.
Tratar de cerrar a Rusia el acceso al Mediterráneo, como pretendían los EEUU y su acolitillo Cameron, es un acto tan hostil que Putin y Rusia no lo pueden tolerar. Además, ¿pueden permitirse los EEUU, cuyos intereses económicos están en el Pacífico y no en Europa, que Rusia se vuelque hacia China por defender a unos golpistas pistoleros? Y ni en Bruselas ni en España se enteran.
Cuando el segundo gasoducto esté operativo, el golpe económico para Ucrania será letal, perderá los importantes ingresos de los peajes y el precio de su gas se doblará. Los recursos de Ucrania y las zonas agrícolas más ricas del centro del país, de los que en una canallesca acción se han apoderado los alemanes y franceses, han sido arrendadas, porque la ley ucraniana impide su venta, ya que las tierras pertenecen al pueblo. De momento, aparte de las cosechas, los especuladores se están llevando la tierra más fértil, hasta medio metro de profundidad que levantan con bulldozers y cargan en grandes camiones. Pero a estos saqueadores no les basta el arrendamiento, quieren la propiedad y para ello necesitan cambiar la ley.La UE está utilizando criminalmente nuestro dinero para proteger los intereses alemanes y franceses, que han comprado Ucrania a precios de miseria y para mantener en el poder a los golpistas Para evitar este latrocinio y chantaje permanentes, Gazprom emprendió dos proyectos colosales para unir Rusia a Europa en forma directa. Uno por el mar Báltico, el Nord Stream, que conecta San Petersburgo con Alemania y que ha dado un vuelco radical a los suministros. Antes de la puesta en marcha del Nord Stream, la parte del gas ruso consumido en Europa que pasaba por Ucrania era el 75%; ahora es sólo el 15%. Alemania, Austria y Polonia tienen una dependencia de entre el 30 y el 50%, Finlandia y los países bálticos, del 100%, pero están conectados directamente y no tienen problema alguno. El Nord Stream ha sido un éxito rotundo, tiene ya dos líneas operativas y, a petición de Alemania y otros, va a ampliarse con una tercera y una cuarta líneas.

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