..Una vez más..los perros judíos metidos en todas las mierdas habidas y por haber...

martes, 26 de agosto de 2014

John Kaminski - Israel Debe Ser Destruído

Tal como un perro rabioso debe ser sacrificado.

Es difícil discutir con fanáticos religiosos que insisten en que éstos son los Tiempos del Final.
A fin de sobrevivir, Estados Unidos debe sacarse de encima a todos los judíos. Es demasiado tarde para salvarnos de una catástrofe sin precedentes, por la simple razón de que la gente no ha logrado discernir el papel que han tenido los judíos en la demolición deliberada de la civilización humana. Debería ser el objetivo de los estadounidenses honestos que apoyan la causa de los asediados palestinos, hacer que los judíos que están en Estados Unidos se sientan tan incómodos como los israelíes lo han hecho con los residentes que viven en Gaza, o al menos con los que aún quedan vivos. Actualmente, lo contrario es lo verdadero, por cuanto los cobardes intimidados en todas partes muestran respeto hacia los siniestros carniceros kosher mientras el Estado policiaco judío sigue oprimiendo la vida de los pueblos que piensan libremente en todas partes. El Congreso estadounidense respalda unánimemente el genocidio de Israel en Gaza. Cualquiera sea el destino que le acontezca a Israel y a los judíos por su indiferencia salvaje frente al sufrimiento de otros, algo similar le espera a los estadounidenses cuando ellos ya no tengan el poder de arruinar las vidas de la gente con sus maravillas tecnológicas y sus persuasivos engaños financieros.


Antes de eso, sin embargo, los estadounidenses indudablemente se habrán destruído a sí mismos por su inquebrantable preferencia de comodidades para criaturas obscenas por sobre las prácticas de vida saludables y sensibles, mientras los judíos han convertido a la mayor parte de los llamados adultos en Estados Unidos en adictos al sexo confundidos por las drogas, y a sus hijos en androides electrónicos que deliberadamente ignoran su propio bienestar y que están siendo ahora enseñados en sus propios pervertidos sistemas escolares públicos para convertirse en homosexuales analfabetos. Mientras los monstruos kosher que gobiernan crean distracciones interminables para quitar el foco del mundo de sus persistentes ejecuciones de palestinos indefensos, y siguen mintiendo sobre su estatus de víctimas de los misiles de Hamás que nunca parecen herir a nadie, los sonámbulos estadounidenses siguen ignorando los acontecimientos que tienen una relación directa con su futuro impreciso.


Ahora mismo la tarea Nº 1 de cada uno en el mundo es la desintoxicación de sus gobiernos del abrazo fatal de los financieros judíos, quienes garantizan que sus bienes serán robados y vendidos a empresarios criminales que han adoptado el método judío de la depredación financiera.


Es el motivo de la ganancia el que ha destruído el planeta, como lo vemos tan patéticamente cuando los políticos estadounidenses respaldan el asesinato de masas israelí como si fuera una conducta típicamente normal.


Los titiriteros judíos han confundido tanto a los estadounidenses que éstos pueden aclamar la destrucción de la gente en Gaza como un mal necesario y aceptar la importación de pandillas desde América Central como una buena acción humanitaria, aun cuando aquella cínica maniobra ponga el clavo final sobre el ataúd de la estructura social estadounidense que se está desintegrando.


Estamos encaminados hacia una sociedad de esclavos —o ya estamos allí— en la que los despiadados judíos controlan cada aspecto de nuestra existencia, y han regimentado a todos nosotros en una prisión que cumple con sus propios deseos, para ser exterminados, o si somos extremadamente afortunados, para ser seleccionados para servirlos como esclavos mientras exhibimos el comportamiento servil apropiado. Sólo pregunte a cualquier periodista que haya intentado hablar sobre la amenaza judía. A lo largo del siglo XX, los judíos han manipulado la realidad mediante su control del dinero y de los medios informativos. Los judíos provocaron ambas Guerras Mundiales por medio de su control de políticos corruptos. Incluso hoy, el mundo entero sabe que los judíos diseñaron y supervisaron la destrucción de las Torres Gemelas, pero el sistema político estadounidense y la realidad pública permanecen tan dominados por los judíos que cada congresista debe fingir que criminales musulmanes fueron responsables del 11-S y aplaudir la bárbara conducta de Israel cuando sus títeres estadounidenses hacen el trabajo sucio y desestabilizan país tras país en nombre de sus demenciales amos talmúdicos.


El sistema educativo estadounidense, a punto de descender hacia un nuevo fondo en materia de adoctrinamiento político y temas falsificados, permanece asfixiado por los judíos, que procuran crear esclavos dóciles que ya no puedan pensar por sí mismos. El éxito de su misión queda evidenciado cuando notamos que la gente ya no se preocupa por los acontecimientos políticos por cuanto ellos están en busca de sus pasatiempos sin sentido que los llevan más lejos de la realidad cada día que pasa.


Los peligros medioambientales que han sido deliberadamente creados por científicos judíos, principalmente la energía nuclear y el control climatológico, junto con el sabotaje judío de la profesión médica que ha llevado a la creación de enfermedades cada vez más peligrosas, ahora prometen crear un medioambiente donde nadie sobrevivirá a menos que tenga derecho a estar cerca de las "curas" judías que serán dispensadas únicamente a los apropiadamente adoctrinados.


Ya ocurre así con las escuelas que exigen que los estudiantes estén correctamente vacunados antes de que se les permita ingerir la información envenenada y la falsa realidad que los educadores judíos exigen que trague un pueblo idiotizado que ya no puede distinguir entre la verdad y la ficción.


El influjo de incultos inmigrantes desde países desfavorecidos tiene el efecto de acelerar el descenso del nivel general de inteligencia dentro de Estados Unidos, lo que es más conveniente para esclavos que hacen el trabajo servil que para la gente imaginativa que trata de mejorar sus vidas. La producción y la distribución de enfermedades exóticamente diseñadas como el virus Ébola son seguramente el mecanismo de eliminación demográfica que los judíos han estado procurando durante mucho tiempo para reducir la población mundial a una cantidad mucho más pequeña que ellos puedan controlar totalmente.


Sea como fuere, bajo ninguna circunstancia acepte usted ninguna vacuna artificial apresuradamente tramada para protegerlo del Ébola, una amenaza que puede ser o no verdadera. Pero considerando la gente que ha promovido esta pandemia y que supuestamente está creando la protección para ello, es una apuesta segura que el remedio será peor que la enfermedad.


A menos que seamos capaces de evitar el control judío de nuestras vidas, y a menos que seamos capaces de destruír aquella máquina de guerra demente conocida como Israel, nuestras vidas han terminado, y el planeta Tierra está perdido en manos de la locura de creer que nosotros podemos abusar y explotar a nuestros congéneres humanos como si ello fuera la mejor expresión de la civilización humana.


Ésta es la maldición judía que nosotros debemos evitar y borrar si vamos a abrigar siquiera la esperanza de convertirnos en seres humanos totalmente funcionales, con la esperanza y la compasión como nuestros instintos guiadores.

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