El Ministerio de Transporte israelí ha abierto una línea de autobuses en Cisjordania, destinada exclusivamente a palestinos que acuden a trabajar a Israel. Según el ministerio, esta nueva línea facilitará a los trabajadores la ida y la venida desde Cisjordania a un precio más asequible que las furgonetas que les transportaban hasta ahora, aunque el origen de esta decisión está en las protestas que los colonos judíos hicieron llegar hasta el ministerio.
Según los colonos, muchos trabajadores palestinos se subían en las líneas de autobuses israelíes que pasan por los asentamientos y llegan hasta Israel, algo que muchos veían como un peligro para su seguridad. El ministerio escuchó estas quejas y decidió abrir líneas separadas para los palestinos a partir de este lunes.
El ministerio de Transporte argumenta que la intención de estas líneas especiales para palestinos es hacer el trayecto más fácil para los trabajadores, a un precio más económico y también descongestionar las líneas, ya que casi 30.000 trabajadores de Cisjordania acuden a Israel todos los días.
Pero asociaciones de derechos civiles y ONG palestinas aseguran que el transfondo de esta idea es puro racismo, ya que los autobuses segregan a los palestinos y que la intención final es que israelíes y palestinos no se mezclen. El ministerio de Transporte, en un comunicado a la prensa, aseguró que no se prohibirá a ningún palestino subir a bordo de un autobús judío.
A pesar de esta afirmación, algunos conductores de las líneas judías aseguraron al periódico Yedioth Aharonoth que se les ha pedido que no permitan subir a pasajeros palestinos.
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