..Una vez más..los perros judíos metidos en todas las mierdas habidas y por haber...

domingo, 16 de junio de 2013

Siria.. lo que no te van a contar

 Lo que realmente esta sucediendo en Siria, obedece al clima mediático que nos están imponiendo los medios de comunicación, los rebeldes SON MERCENARIOS, los buques de guerra norteamericanos, no están para defender las libertades y la democracia en Siria, están para pertrechar y armar a esos MERCENARIOS que ya actuaron el Libia y que están ejecutando atentados terroristas a la población civil que posteriormente son imputados al presidente de Siria, Bashar al-Assad.                                     se trata sobre la operación imperial detrás de la desestabilización terrorista en Siria, organizada y financiada desde Gran Bretaña, Arabia Saudita y EE.UU. Aquí se exponen todas las redes terroristas que van desde Al-Qaeda, hasta la empresa británica BAE systems y los grandes bancos del mundo.

                                           

SUPUESTO ataque del ejército sirio de Al Assad, deja víctimas, entre ellos ancianos y niños, en una panadería de Halfaya.
se  temen rebasar las 200 víctimas.

¿Qué pasó en la SUPUESTA panadería de Hama?
Alfredo Embid nos trae un contundente trabajo periodístico sobre lo que realmente pasó en el bombardeo de la localidad de Halfaya en Hama. En que una vez más queda en entredicho la información que nos llega de absolutamente todos los medios de comunicación, tanto estatales como internacionales. Y quedan patentes los intereses que rigen tales medios, en torno al conflicto sirio.

El montaje de la masacre de la panadería en la ciudad de Halfaya  
SIRIA: 10 MENTIRAS SOBRE LA MASACRE DE HOULA



Del genial Alfredo Embid, coordinador de “Armas contra las Guerras“, rescatamos el siguiente boletín donde analiza la manipulación mediática de la masacre de Houla.

1. “El ejército sirio bombardeó houla”
2. “El ejército sirio bombardeó una manifestacion pacifica”
3. “Las víctimas fueron causadas por el bombardeo”
4. “Las víctimas fueron ejecutadas por las milicias ‘sabbiha’ de Assad”
5. “El número de victimas”
6. “Las víctimas de esta masacre eran sunnitas”
7. “Hay testimonios que incriminan al gobierno”
8. “Las pruebas en contra son propaganda siria”
9. “La ONU condenó al gobierno sirio por la masacre”
10. “La misión de observadores de la ONU acuso al gobierno”

Esta matanza especialmente horrible, más de un tercio de las víctimas fueron niños, no tenía ningún valor estratégico, ni militar.
Fue hecha con objeto de provocar una reacción emocional en la gente para que aceptase otra “guerra humanitaria”, con la complicidad de la comisión de derechos humanos de la ONU y de los medios desinformación masiva.

En 1999, durante la guerra de Kosovo, la Red Voltaire expresó su indignación sobre el hecho que Francia participara en la guerra junto a la OTAN sin que se realizara un voto al respecto en la Asamblea Nacional y con la silenciosa complicidad de los presidentes de los grupos parlamentarios. Señalamos entonces que la negativa del presidente de la República y del primer ministro a organizar un verdadero debate permitía presagiar la opacidad que rodearía la conducción de la guerra.

También tomamos entonces la iniciativa de publicar un boletín cotidiano sobre el conflicto. La OTAN destruyó de inmediato los sitios web del gobierno serbio impidiéndonos así tener acceso a la versión serbia sobre los hechos. Para remediar esa carencia nos suscribimos a las agencias de prensa de la región las de Croacia, Bosnia, Grecia, Chipre, Turquía, Hungría, etc..

Durante todo el conflicto ofrecimos un resumen diario de la conferencia de prensa que ofrecía la OTAN en Bruselas y también un resumen de los testimonios de los periodistas de países vecinos; países que, habían tenido a veces graves diferencias con Serbia, pero cuyos gobiernos narraban los hechos de la misma manera. A medida que iba pasando el tiempo, la versión de la OTAN y la de los periodistas locales fueron separándose, hasta que llegó el momento en que ya no tenían nada en común.

Al final eran ya dos historias radicalmente diferentes. No teníamos cómo saber quién mentía o si una de las dos partes estaba diciendo la verdad. Nuestros lectores tenían la impresión de estar volviéndose esquizofrénicos, sobre todo si se tiene en cuenta que los medios de prensa de Europa occidental sólo repetían la versión de la OTAN y que, por lo tanto, nuestros lectores sólo tenían dos versiones paralelas cuando nos leían a nosotros.

Proseguimos esa línea de trabajo a lo largo de los 3 meses de duración de los combates. Cuando por fin cesó el tronar de las armas, los colegas y amigos que pudieron entonces viajar a los lugares de los hechos comprobaron con estupor que no hubo «propaganda de ambas partas».

No, la versión de la OTAN era enteramente falsa mientras que la de los periodistas locales era enteramente real. Durante los siguientes meses informes parlamentarios de varios países miembros de la OTAN permitieron comprobar los hechos. Varios libros fueron publicados sobre el método concebido por el consejero de prensa de Tony Blair, método que permitió a la OTAN manipular a toda la prensa occidental y que se conoce como«story telling».

Se puede intoxicar a todos los periodistas occidentales y esconderles los hechos si se les cuenta un cuento de niños, a condición de no interrumpir jamás la narración, de cargarla con referencias capaces de despertar lejanas reminiscencias y de mantener su coherencia.

Es por lo tanto con conocimiento de causa que afirmo aquí que la máquina de propaganda de la OTAN se ha puesto nuevamente en marcha en el caso de Siria, como anteriormente sucedió en Serbia.

La OTAN está contando una historia que no tiene nada que ver con la realidad y lo hace con ánimo de justificar una «intervención militar humanitaria», al estilo del oxímoron blairiano. Y ahí termina el paralelismo: Slobodan Milosevic era un criminal de guerra que nos presentaron como un autor de crímenes contra la humanidad para justificar el desmembramiento de su país; Bachar el-Assad es un combatiente de la resistencia antiimperialista y antisionista que apoyó al Hezbollah cuando el Líbano fue agredido y que además respalda al Hamas y a la Yihad islámica en su lucha por la liberación de la patria palestina.

Cuatro mentiras de la OTAN

1. Según la OTAN y sus aliados del Golfo, masivas manifestaciones vienen desarrollándose en Siria desde hace 8 meses en demanda de más libertades y del retiro del presidente Bachar el-Assad.

Falso. Sólo en algunas ciudades, y al llamado de predicadores sauditas y egipcios a través de Al-Jazzera, se produjeron algunas manifestaciones contra el presidente Bachar el-Assad y lo cierto es que esas manifestaciones reunieron, cuando más, un total de 100 000 personas. En dichas manifestaciones no se pedía más libertad sino la instauración de un régimen islámico. Si se exigía la dimisión del presidente al-Assad no era por causa de su política sino porque los manifestantes apoyaban una corriente sectaria del sunnismo, la corriente takfiri, y afirman que Bachar el-Assad es un hereje –porque es alauita– sin derecho por lo tanto a ejercer el poder en un país musulmán que, según la corriente takfiri, sólo puede ser gobernado legítimamente por un sunnita perteneciente a la misma escuela teológica que la corriente takfiri.

2. Según la OTAN y sus aliados del Golfo, el «régimen» respondió a las manifestaciones dispersando a las multitudes con el uso de municiones de guerra, lo cual habría provocado al menos 3 500 muertos en lo que va de año.

Falso. En primer lugar, es imposible reprimir manifestaciones que nunca han tenido lugar. Además, desde el principio mismo de los incidentes, las autoridades comprendieron que el objetivo era provocar enfrentamientos de índole confesional en un país donde el laicismo ha sido la columna vertebral del Estado desde el siglo VIII. Así que el presidente Bachar el-Assad prohibió a las fuerzas de seguridad, a la policía y el ejército, el uso de armas de fuego en cualquier circunstancia en la que existiese la más mínima posibilidad de herir a civiles. Su objetivo es impedir que la existencia de heridos o muertos de tal o más cual confesión pueda servir de pretexto para justificar una guerra confesional. Las fuerzas de seguridad están aplicando esas instrucciones presidenciales al pie de la letra, incluso, como veremos más adelante, al precio de poner en peligro las vidas de sus propios miembros. En cuanto a la cantidad de muertos, en realidad son la mitad de la suma mencionada. Y la mayoría no son civiles sino soldados y policías, lo cual pude comprobar personalmente en el transcurso de mis visitas a hospitales y morgues civiles y militares.

3. Cuando logramos romper el muro del silencio y que numerosos medios de prensa reconocieran la presencia en Siria de escuadrones de la muerte provenientes del exterior que asesinan civiles en las ciudades y tienden emboscadas al ejército, la OTAN y sus aliados del Golfo empezaron a hablar de un ejército de desertores. Según la OTAN y sus cómplices del Golfo, hubo militares (no policías) que recibieron órdenes de disparar contra la gente por lo que decidieron rebelarse y conformar un ejército sirio libre, que ya contaría con 1 500 hombres.

Falso. Sólo se han producido unas pocas decenas de deserciones y los desertores han huido a Turquía, donde están bajo las órdenes de un oficial miembro del clan de Rifaat el-Assad y Abdel Hakim Khaddam, públicamente vinculado a la CIA. Lo que sí existe es un creciente número de jóvenes que se niegan a hacer el servicio militar, a menudo debido a presiones de sus familiares más que por decisión propia, ya que los militares que caen en una emboscada no tienen derecho a defenderse haciendo uso de sus armas si se hallan civiles en el lugar. Así que los militares tienen que estar dispuestos a sacrificar sus propias vidas si no tienen cómo escapar a sus agresores.

4. Según la OTAN y sus aliados del Golfo, el ciclo revolución/represión ha cedido su lugar a un principio de «guerra civil». Atrapados en esa circunstancia, 1,5 millones de sirios estarían siendo víctimas del hambre. Sería por lo tanto conveniente organizar «corredores humanitarios» para permitir el envío de alimentos y la huida de los civiles que deseen abandonar las zonas de combate.

Falso. En relación con el número y la crueldad de los ataques perpetrados por los escuadrones provenientes del exterior, los desplazamientos de población son poco numerosos. Siria es un país autosuficiente en el plano agrícola y la producción no ha disminuido significativamente. Sí existen, en cambio, frecuentes interrupciones de la circulación a través de las carreteras en las que se producen la mayoría de las emboscadas. Además, al producirse algún ataque dentro de una ciudad, los comerciantes cierran de inmediato sus establecimientos. Esto ha venido ocasionando graves problemas de distribución, incluso en lo tocante a la alimentación. Pero ni siquiera son esas las verdaderas causas del problema. Son las sanciones económicas las que están provocando un desastre. Siria, país que a lo largo del decenio había registrado una tasa anual de crecimiento del 5%, ya no puede vender sus hidrocarburos a Europa occidental y su industria turística está siendo gravemente afectada. Mucha gente ha perdido así sus empleos y sus ingresos y se ve por lo tanto obligada a economizar en todos los aspectos. El gobierno está haciéndose cargo de esas personas y está distribuyendo gratuitamente combustible (para la calefacción) y alimentos. Lo cierto es que, ante tal situación, hay que decir que sin la ayuda del gobierno de el-Assad, 1,5 millones de sirios serían hoy víctimas de la desnutrición por causa de las sanciones de los países occidentales.

En definitiva, aunque nos encontramos aún en una etapa de guerra no convencional, con envío de mercenarios y de fuerzas especiales para desestabilizar el país, la narración que ofrecen la OTAN y sus aliados del Golfo ya se aleja considerablemente de la realidad. Y el abismo entre esa imagen y la realidad de los hechos ira acentuándose cada vez más. En lo que a usted concierne, amigo lector, al no hallarse usted en el lugar de los hechos, no tiene razón alguna para confiar en mí más que en la OTAN. Pero sí existen, sin embargo, algunos indicios que pueden indicarle cómo orientarse.Bernard-Henry Levy, quien se jacta de haber impulsado a Francia a implicarse en la guerra contra Libia en interés de Israel, anuncia en el diario francés Le Parisien que tiene una lista de objetivos.
Cuatro evidencias que la OTAN se empeña en ocultar

1. Sería lógico creer que las acusaciones sobre la supuesta represión y la cantidad de víctimas han sido objeto de la más cuidadosa comprobación. Pero no es así. Todos los datos al respecto provienen de una sola fuente: el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede… en Londres, cuyos responsables se escudan tras el más estricto anonimato. ¿Qué valor pueden tener esas graves acusaciones si no se confrontan con los informes de otras fuentes? ¿Por qué instituciones como la Oficina del Alto Comisario de la ONU para los Derechos Humanos se hacen eco de tales acusaciones sin tomarse el trabajo de comprobar su veracidad?

2. Rusia y China recurrieron al veto contra un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que abría el camino a una intervención militar internacional. Los responsables políticos de la OTAN nos explican, apenados, que los rusos están protegiendo su base naval militar del puerto sirio de Tartus y que los chinos son capaces de cualquier cosa con tal de obtener unos cuantos barriles de petróleo. ¿Debemos aceptar el concepto maniqueo de que Washington, Londres y París hacen gala de buenos sentimientos mientras que Moscú y Pekín son esencialmente egoístas e insensibles al martirio de un pueblo? ¿Es posible no darnos cuenta de que Rusia y China tienen muchos menos interés en defender Siria que los países occidentales en destruirla?

3. Resulta ciertamente extraña la composición de la coalición de estos países supuestamente bien intencionados. ¿Podemos acaso pasar por alto el hecho que los dos principales contribuyentes de la Liga Árabe y promotores de la «democratización» en Siria son precisamente Arabia Saudita y Qatar, dos dictaduras al servicio de Estados Unidos y de Gran Bretaña? ¿Podemos acaso dejar de preguntarnos si los mismos países occidentales que acaban de destruir sucesivamente Afganistán, Irak y Libia –donde ya demostraron lo poco que les importa la vida humana– son realmente honestos cuando enarbolan el estandarte humanitario?

4. Y ante todo, para no dejarnos manipular en cuanto a los acontecimientos en Siria, es esencial ponerlos en su contexto. Para la OTAN y sus aliados del Golfo –cuyos ejércitos ya invadieron Yemen y Bahrein ahogando allí en sangre las manifestaciones– la «revolución siria» es la prolongación de la«primavera árabe», según la cual los pueblos de la región aspiran a la democracia de mercado y al confort del American Way of Life.
Por el contrario, para rusos y chinos, al igual que para venezolanos y sudafricanos, lo que sucede en Siria es la continuación del «rediseño del Medio Oriente ampliado» anunciado por Washington y que ya ha dejado 1,2 millones de muertos, un proceso al que toda persona preocupada por la vida humana debe sentirse deseosa de poner fin. Estos últimos recuerdan que, el 15 de septiembre de 2001, el presidente George W. Bush programó 7 guerras. Los preparativos para el ataque contra Siria comenzaron oficialmente el 12 de diciembre de 2003 con el voto de la Syrian Accountability Act, en medio de la euforia por la caída de Bagdad. Desde ese día, el presidente de Estados Unidos –cargo que hoy ejerce Barack Obama– cuenta con la autorización del Congreso para atacar Siria y ni siquiera está obligado a presentarse ante los parlamentarios estadounidenses antes de dar la orden de abrir fuego. Así que la cuestión no es saber si la OTAN ha encontrado una justificación divina para desencadenar la guerra sino más bien si Siria podrá encontrar un medio de salir de esta situación, como ya logró hacerlo ante todas las acusaciones difamatorias, y para no caer en todas las trampas anteriores, como el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri o el ataque israelí contra una imaginaria central nuclear militar.
Los «grandes medios de prensa comercial» occidentales ante los hechos y como testigos

Ya al terminar este artículo quisiera señalar, amigo lector, que la Red Voltaire facilitó una gira de prensa organizada por iniciativa del Centro Católico de Información de los Cristianos de Oriente, en el marco de la apertura a los medios de prensa occidentales, apertura que el propio presidente el-Assad anunció a la Liga Árabe.

Nosotros mismos ayudamos a los periodistas de los grandes medios a viajar a las zonas de combate. Nuestros colegas se sintieron al principio incómodos en nuestra compañía, al mismo tiempo porque tenían de nosotros una imagen negativa preconcebida y porque creían trataríamos de lavarles el cerebro. Pero pudieron comprobar posteriormente que somos personas normales y que nuestro compromiso no nos ha hecho renunciar a nuestro espíritu crítico.



En definitiva, a pesar de que están íntimamente convencidos de la bondad de la OTAN y de que no comparten nuestro propio compromiso antiimperialista, pudieron ver y oír la realidad de los hechos. Con honestidad, mencionaron en sus trabajos las acciones de las bandas armadas que siembran el terror en el país.

También es cierto que se abstuvieron de contradecir abiertamente la versión atlantista y que trataron de conciliar con esa versión lo que ellos mismos habían podido ver y oír, lo cual los obligó a veces a hacer toda una serie de piruetas alrededor del concepto de «guerra civil» entre el ejército sirio y mercenarios extranjeros. En todo caso, los reportajes de la Radio Televisión Belge (RTBF) o los del diario La Libre Belgique, por citar tan sólo dos casos, demuestran que desde hace 8 meses la OTAN ha venido escondiendo las acciones de los escuadrones de la muerte extranjeros cuyos crímenes atribuye a las autoridades sirias.

El Modelo Libio se repite, y como allí funcionó perfectamente, intentan exportarlo a Siria, pero los Rusos y Chinos son conocedores de la realidad y un ataque a Siria por parte de la OTAN supondría una guerra de proporciones apocalípticas, es por ello que financian a estos Terroristas y mercenarios profesionales desde Turquía, quién aplaude cualquier intervención contra Sira, ya que Turquía sueña con anexionarse Siria quién ya en un pasado lejano formaba parte de su territorio.

Asimismo, Israel También aplaude y quizás alienta cualquier esfuerzo armado por derrocar al presidente Sirio e instaurar un nuevo orden que beneficie los intereses de aquellos que están dominando el Mundo.


El informe de EE.UU. sobre el presunto uso de armas químicas por parte del Gobierno de Siria contra las tropas de la oposición "es inventado", informaron las autoridades sirias.
Según un comunicado del Ministerio sirio de Exteriores, Washington recurre a "métodos banales" para justificar su decisión de armar a los rebeldes.

El presidente estadounidense, Barack Obama, "ejerce un doble rasero en su trato hacia el terrorismo", señala la nota, en alusión a los grupos rebeldes, a los que el Damasco considera terroristas.

Este viernes la Administración de Obama anunció que el Gobierno de Bashar al Assad ha "cruzado la línea roja" al usar presuntamente armas químicas contra los rebeldes.

También el jefe del Comité para Asuntos Internacionales de la Duma de Rusia, Alexéi Pushkov, dijo que este informe de EE.UU. era "falso".

"Los datos sobre el uso de armas químicas por parte de Al Assad es igual de falsa que la mentira de que Hussein tenía armas de destrucción masiva. Obama le sigue los pasos a Bush", señaló el alto legislador ruso.


La información que indica la presunta responsabilidad del Gobierno sirio en el uso de armas químicas es falsa, afirmó Alexéi Pushkov, jefe del Comité para Asuntos Internacionales de la Duma Estatal rusa.
“Los datos sobre el uso de armas químicas por parte de Al Assad es igual de falsa que la mentira de que Hussein tenía armas de destrucción masiva. Obama le sigue los pasos a Bush”, publicó el alto legislador ruso en su cuenta de Twitter.

El jueves pasado la Casa Blanca entregó al Congreso de EE.UU. documentos secretos en lo que los servicios de inteligencia estadounidenses aseguran que el Gobierno sirio utilizó armas químicas contra los rebeldes.

Los datos sobre el uso de armas químicas por parte de Al Assad es igual de falsa que la mentira de que Hussein tenía armas de destrucción masiva. Obama le sigue los pasos a Bush
A su vez Yuri Ushakov, asesor del presidente ruso, calificó el informe de EE.UU. como “no convincente”.

“Eso no se puede aceptar como hechos”, comentó.

Un documento interno de la administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, señala que las armas químicas, generalmente el gas sarín, fueron empleadas varias veces durante el conflicto. Unas 150 personas podrían haber muerto por ataques de armas químicas a "pequeña escala" en Siria, según el informe.

La información fue confirmada por el viceasesor para la seguridad del presidente de EE.UU., Ben Rhodes.

"Después de un estudio detallado, la inteligencia de EE.UU. considera que el Gobierno de Al Assad ha usado armas químicas contra la oposición, concretamente gas sarín, a pequeña escala y en numerosas ocasiones durante el año pasado", dijo Ben Rhodes en una conferencia de prensa.

El viceasesor de Obama anunció que con el uso de armas químicas las autoridades sirias "cruzaron la línea roja".

Barack Obama planea ampliar "el alcance y la escala de la ayuda a los rebeldes sirios" e incluso ofrecerle "asistencia directa" al Consejo Militar Supremo de la oposición, dijo Rhodes. "Esto incluye ayuda militar", agregó.

Fuentes citadas por Reuters dicen que Obama ya ha autorizado el envío de algún armamento a la insurgencia.

A diferencia de los servicios de inteligencia de EE.UU., la comisión especial de la ONU que está investigando las posibles violaciones de los derechos humanos cometidas en Siria, anunció en su momento que "hay sospechas fuertes y concretas" de que "son los opositores al régimen los que han utilizado gas sarín".

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