La soberanía y la ley constitucional han sido disueltas. Naciones enteras se han convertido en corruptas mega-corporaciones. En fin, el patrón de la criptocracia sobre el curso de la historia, ha sido re-diseñado y agrietado; el ligeramente escondido código de comunicación del culto social del “Nuevo Orden Mundial”.
Ahora, gracias a nuevas tecnologías de información, estamos a punto de desenmascarar a los psicópatas y de construir una civilización por y para los seres humanos normales – una civilización sin guerras, una civilización basada en la verdad, una civilización en la cual pocos buenos en vez de los diabólicos pocos toman posiciones de poder.
Desde “quien” estaba detrás del telón en la I Guerra Mundial, que terminó el 11/11/1918 a las 11 a.m., hasta JFK el 11/22/1963, hasta el 9/11 en el año 2001, hasta STS 107 Columbia el 1/2/2003, al 3/11 Madrid y a Londres el 7/7/2005, hasta el día de ahora – antes del próximo mega-crimen puesto en escena por la criptocracia, que parece ser una plaga pandémica global de influenza por el rastro de evidencia dejado atrás desde una reunión a las 11:30 a.m. de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de Salud el 11/11/2004.
La civilización, como la conocemos, es en gran parte la creación de psicópatas. Todas las civilizaciones, incluida la nuestra, han estado basadas en esclavitud y “guerras”. Incidentemente, este último término es un eufemismo para asesinatos en masa.
La receta prevaleciente para civilización es simple:Usar mentiras y lavado de cerebro para crear un ejército de controlados y sistemáticos asesinos de masas
Usar ese ejército para esclavizar grandes números de personas (por ejemplo tomar control de su poder de trabajo y sus frutos)
Usar ese poder, fruto de la labor de esclavos para mejorar el proceso de lavado de cerebro por medio del uso de las ganancias económicas para emplear escribas, sacerdotes y hombres PR. Luego, regresar al paso uno y repetir el proceso.
Los psicópatas han jugado un papel desproporcionado en el desarrollo de la civilización, porque están programados para mentir, matar, herir y generalmente infligir gran sufrimiento a otros humanos sin ningún sentimiento de arrepentimiento. El inventor de la civilización - el primer cacique tribal que lavó cerebros exitosamente en un ejército de asesinos de masa controlados - fue casi seguro un psicópata genético.
Desde ese descubrimiento momentáneo, los psicópatas han desfrutado una significativa ventaja sobre los no-psicópatas en la lucha por el poder en jerarquías de civilizaciones – especialmente jerarquías militares.
Las instituciones militares son específicamente diseñadas para asesinos psicópatas. El 5% de los hombres humanos que no sienten remordimientos acerca de matar a sus compañeros seres humanos hacen los mejores soldados. Y el 95% que son extremadamente renuentes a matar hacen malísimos soldados – a menos que estén con lavado de cerebro con sofisticadas técnicas modernas que los vuelven (se espera que solo temporalmente) en psicópatas funcionales.
En On Killing, el Teniente Coronel Dave Grossman ha reescrito la historia militar, para resaltar lo que esconden otras historias: el hecho de que la ciencia militar trata menos la estrategia y la tecnología, que acerca de la superación de la repugnancia y el instinto humano a matar a miembros de nuestra propia especie.
La verdadera “Revolución en Asuntos Militares” no fue la movida de Donald Rumsfeld a alta-tecnología en el 2001, sino el descubrimiento en los años ’40 del Brigadier General S.L.A. Marshall, de que solo del 15-20% de los soldados de la II Guerra Mundial a lo largo de la línea de fuego usarían sus armas:
“Ese 80-85% que no dispararon, no corrieron ni se escondieron en muchos casos ellos voluntariamente se arriesgarían a grandes peligros para rescatar camaradas, conseguir municiones o pasar mensajes, pero éstos simplemente no dispararían sus armas al enemigo, incluso si se enfrentaban con repetidas oleadas de ataques banzai".
El descubrimiento de Marshall y la subsecuente investigación, probaron que en todas las guerras previas, una pequeña minoría de soldados – el 5%, que son psicópatas naturales, por nacimiento, y quizás unos pocos temporalmente-maníacos – llevaron a cabo toda la matanza.
Los hombres normales solo pasaron a través de los movimientos, y, de ser posible, se rehusaban a tomar la vida de un soldado enemigo, incluso si esto significaba sacrificar la suya propia. La Implicación: Las Guerras son asesinados en pasa ritualizados, realizados por psicópatas a los no-psicópatas. Esto no puede ser bueno para la dotación genética de la humanidad!.
El trabajo de Marshall trajo una revolución copernicana a la ciencia militar. En el pasado, todo el mundo creía que el soldado dispuesto a matar por su país era la norma heróica, mientras que uno que se negaba a luchar era una cobarde aberración. La verdad, como resultó, era que el soldado normal enlistado era del sicopático grupo del cinco por ciento.
La cuerda mayoría, moriría antes de luchar.
La implicación, demasiado atemorizante incluso para los similares a Marshall y Grossman, de digerir completamente, era que la norma para el comportamiento de los soldados en batalla había sido arreglada por psicópatas. Esto significa que los psicópatas estaban en control del ejército como institución.
Peor aún, significa que los psicópatas estaban en control de la opinión de la sociedad en asuntos militares. Evidentemente, los psicópatas ejercitaron una enorme cantidad de poder en la sociedad normal y sana.
¿Cómo puede ser esto?
En Ponerología Política, Andrzej Lobaczewski explica que los psicópatas clínicos disfrutan las ventajas, incluso en competencias no-violentas, de subir los rangos de las jerarquías sociales. Porque pueden mentir sin ningún remordimiento y sin es estrés fisiológico que es medido por las pruebas de detectores de mentiras, los psicópatas siempre pueden decir lo que sea necesario para conseguir lo que quieren.
En la corte, por ejemplo, los psicópatas pueden decir extremas mentiras de manera creíble, mientras que sus oponentes sanos están en desventaja por predisposición emocional, a permanecer dentro de la verdad. Demasiado a menudo, el juez o jurado se imagina que la verdad debe estar en alguna parte a la mitad, y luego emiten decisiones que benefician al psicópata. En cuanto a los jueces y jurados, también con aquellos cargados de decisiones referentes a quien promover y a quien no, en jerarquías corporativas, militares y gubernamentales.
El resultado es que todas las jerarquías inevitablemente se vuelven cargadas de psicópatas.
Los supuestos teóricos de conspiraciones, algunos de los cuales merecen la connotación peyorativa del término demasiado abusado, a menudo se imaginan que las Sociedades Secretas de judíos,Jesuitas, banqueros, comunistas, Bilderbergers, Musulmanes extremistas, papistas, etc., están secretamente:controlando la historia,realizando crímenes viles y/o amenazando con tomar el control del mundo…
Como “teórico líder de la conspiración ” según Wikipedia, me siento eminentemente calificado para ofrecer una teoría alternativa de conspiración, la cual, así como la teoría alternativa de conspiración del 9/11, es simple y más exacta que el conocimiento que prevalece:
La única conspiración que importa es la conspiración de los psicópatas contra el resto de nosotros.
Detrás de la aparente locura de la historia contemporánea, es la locura real de los psicópatas luchando por preservar su desproporcionado poder. Y al crecer más ese poder cada vez más amenazante, los psicópatas se vuelven cada vez más desesperados.
Estamos siendo testigos de la apoteosis del sobremundo – el sindicato criminal o el juego traslapado de sindicatos que está al acecho sobre la sociedad ordinaria y la ley, justo como el bajo mundo acecha debajo de éstos.
En el 9/11 y en las guerras del 9/11, estamos viendo:el desesperado agarre del poder, o “Juego Final” de brutales, astutas pandillas de corredores de droga y asesinos de presidentes lavado de dinero de banqueros internacionales y sus “agiotistas, económicos y otros
Militares contratistas corruptos y generales matones
Depredadores corporativos y sus habilitadores políticos lava-cerebros y violadores de mente, eufemísticamente conocidos como expertos en operaciones psíquicas y especialistas PR
En resumen, el equipo conjunto de psicópatas certificados dirigiendo nuestra supuesta civilización.
Y están corriendo asustados. Su terror era perder el control de lo que han proyectado sobre el resto de nosotros, haciendo saltar las Torres Gemelas e incitando una rabia de terror sicopática temporal entre el público estadounidense.
¿Porqué teme la Patocracia perder el control?
Tenemos ya el conocimiento necesario para diagnosticar las personalidades psicopáticas, y mantenerlas fuera de poder. Teneos el conocimiento necesario para desmantelar las instituciones en las cuales los psicópatas prosperan especialmente – militares, agencias de inteligencia, grandes corporaciones y sociedades secretas. Simplemente necesitamos diseminar este conocimiento, y la voluntad de usarlo, lo mejor posible.
Sobre todo, necesitamos informar al público acerca de cómo los psicópatas escogen y corrompen a seres humanos normales. Una manera de hacer esto es manipulando la vergüenza y el rechazo – emociones ajenas a los psicópatas, pero comunes y fácilmente inducidas entre la gente normal.
Considere cómo las pandillas y las sociedades secretas disfrazadas de ligas o sociedades reclutan nuevos miembros. Algunas pandillas criminales y pactos satánicos demandan que los candidatos para admisión cometan un asesinato para “ganarse sus méritos.” Calaveras y Huesos (Skull and Bones), la sociedad secreta basada en Yale que proporciona a la CIA con corredores de drogas, violadores de mentes, abusadores de niños y asesinos profesionales, requiere a los neófitos acostarse desnudos en un sarcófago y que se masturben enfrente de miembros más viejos, mientras recitan toda la historia sexual del candidato.
Al forzar al neófito a involucrarse en conducta ritualizada, sería horriblemente vergonzoso en una sociedad normal, la asociación psicópata destruye la personalidad normal del candidato, asumiendo que tuviera una, en primer lugar, y convierten al escogido en una versión corrompida, y degradada sombra de su antiguo yo – un psicópata fabricado o aprendiz de psicópata.
Esta manipulación de la vergüenza ha agregado beneficios para hacer organizaciones psicopáticas, efectivamente invisibles para la sociedad normal. A pesar de los reportes disponibles en los medios de comunicación, los votantes estadounidenses, en el año 2004 simplemente se negaron a ver que los dos principales candidatos presidenciales habían yacido desnudos en un sarcófago, masturbándose enfrente de hombres mayores de calaveras y huesos, para ganar admisión a la Hermandad de Calaveras y Huesos, y así, volverse miembros del mundo criminal superior.
Todo este comportamiento psicópata en la cima de la jerarquía social es simplemente demasiado vergonzoso para que las personas normales puedan ver, por lo cual evitan la mirada, así como las esposas de maridos que están sexualmente abusando de sus hijos, a veces se rehúsan ver lo que está pasando a plena vista. Si la negación profunda fuera un río en Egipto, la ceguera voluntaria de los ciudadanos estadounidenses sería más bien como el Foso de las Marianas.
Pero gracias al poder del Internet, la gente por todas partes están despertando. El único obviamente no-psicópata entre los candidatos presidenciales republicanos, Ron Paul, también sucede ser el único candidato en cualquier partido con importante apoyo del pueblo.
Si el “amor” está encajado en los voceros de la revolución de Ron Paul, esto es porque el Dr. Paul – un amable médico de hablar suave, que ha traído al mundo más de 4,000 bebés – implícitamente reconoce que el gobierno es invento y herramienta de psicópatas, y por ello debe ser estrictamente limitado en su alcance y sujeto a un riguroso sistema de chequeos y balances, por temor a las herramientas de los psicópatas, el miedo y el odio, que reemplazan el amor como el pegamento que mantiene junta a la sociedad.
El debilitamiento del militarismo desde la Segunda Guerra Mundial en países avanzados, la extensión de la tecnología de alfabetización y comunicaciones, y las crecientes demandas de la gente para una vida mejor, junto todo representa una fuerza recolectora que aterra a la patocracia, aquellas pandillas de psicópatas alternadamente compitiendo-luego cooperando, que han gobernado a través de mentiras, miedos e intimidación desde el amanecer de la supuesta civilización.
Puesto que las armas nucleares han hecho obsoleta la guerra, la patocracia está aterrada de que su mecanismo favorito de control social – matanza ritualizada de masas – es cada vez más inasequible. Y si la guerra era la gran tragedia humana, el patético intento, como sustituto de guerra de los ‘patócratas,’ – la transparentemente farsante “guerra contra el terrorismo” se está replicando como una escarpadísima farsa.
Verdaderamente, estamos siendo testigos del crepúsculo de los psicópatas.
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