La hipocresía es de risa.

Probablemente no habras leído esta historia hasta ahora, ya que los principales medios de des-informacion no le gusta cubrir estas historias . Por otro lado, si un distinguido profesor dijera que quería abolir la raza negra, hoy sin duda sería de una gran cobertura mediática por sus declaraciones intolerantes, también muy probablemente sea despedido.

Un ex miembro del Partido Comunista de EE.UU. y Nueva Activismo de izquierda, el Prof. Noel Ignatiev quiere abolir la raza blanca. Al igual que muchos bolcheviques y neo-bolcheviques, Ignatiev es judío, ex profesor en la Universidad de Harvard. Ignatiev dirige una revista de Harvard llamada Race Traitor y es miembro de la WEB DuBois Instituto de la universidad, un departamento de Estudios Negros.

En la nueva edición de la revista, el profesor dice que la abolición de la raza blanca es tan deseable que algunos pueden encontrar difícil de creer que sólo supremacistas blancos comprometidos se oponen a ella, dice que cada grupo dentro de la América blanca, incluso sindicalistas, grupos étnicos, estudiantes universitarios, maestros de escuela, los contribuyentes, han mejorado sus intereses particulares y en sentido estricto, a expensas de la gente negra como raza ".A continuación, se le cae la bomba real,  dice que el propósito de su diario, Race Traitor, es "mantener la  deconstrucción social de la  raza blanca, ya que muchos niveles de gobierno y de la academia cultural son los blancos y esto es  una desventaja para tratar de compensar la discriminación histórica".
Pero la acción afirmativa es una forma de racismo. Estas políticas,estan destinados a beneficiar a los estudiantes de minorías en los Estados Unidos, sólo se alimentan en la misma máquina racista que se supone que deben contrarrestar, estas medidas de acción  son inherentemente racistas dando beneficios basados ​​en el color de la piel, no en el mérito, estas políticas son divisivas, en lugar de unir,  conducen a la victimización permanentede las minorias.
Pero la izquierda seguirá fomentando el victimismo permanente a través de este tipo de políticas para comprar votos.

Ignatiev es sólo una parte de esa máquinaria repugnante que nuestra sociedad ha decidido tolerar. Este artículo fue publicado el 9 de julio de 2013.