..Una vez más..los perros judíos metidos en todas las mierdas habidas y por haber...

miércoles, 17 de julio de 2013

Los testigos son siempre un problema para el poder...

 Los testigos que conocen la realidad de los hechos son siempre un problema para el poder.
vamos a empezar esta entrada contando la verdad,despues viene la pelicula tal y como la venden.. los marines que participaron en la operación contra Bin Laden en Pakistán fallecieron poco después en un "atentado o accidente con connotación islamista" en Afganistán, de esta manera los principales actores y testigos de la captura de Bin Laden y de la "versión oficial" ya no están más en vida, quien puede ahora contradecir a la Casa Blanca?
La prensa internacional informó en ese momento la trágedia ocurrida a los «héroes» soldados Seals Marines muertos en la caida de su helicóptero. Los testigos que conocen la realidad de los hechos son siempre un problema para el poder.
El líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, estaba desarmado y ya muerto cuando los integrantes del grupo de operaciones especiales de la Marina de EE.UU. (SEALS) entraron en la habitación, según el autor del libro ’Un día difícil’, que narra la operación.

Un soldado que participó personalmente en el asalto el 2 de mayo de 2011, y que oculta su verdadero nombre bajo el pseudónimo Mark Owen por razones de seguridad, cuenta que “estaban a menos de cinco pasos de la habitación de Bin Laden cuando escucharon disparos”.

Al llegar a la habitación, los asaltantes vieron a varias mujeres llorando sobre el cuerpo de Bin Laden. Owen cuenta que Bin Laden agonizaba entre convulsiones y que, junto a otro SEAL, dirigieron sus armas contra su pecho “y disparamos varias veces hasta que quedó inmóvil”.

El relato de Owen contradice la versión oficial de los hechos y supone, de facto, el incumplimiento de las órdenes recibidas. Durante una reunión con altos mandos, ellos [no precisa si de la Casa Blanca o del Pentágono] dejaron claro que, en el caso de que Bin Laden fuese localizado y no representase una amenaza, debían “detenerle”, no acabar con su vida.

Una vez liquidado, los soldados encontraron en la habitación dos pistolas -una AK-47 y una Makarov- con los cargadores vacíos. Bin Laden “no había preparado ni siquiera su defensa. No tenía ninguna intención de luchar. Pidió a sus seguidores durante décadas que se pusieran chalecos suicidas o estrellaran aviones contra edificios, pero ni siquiera cogió su arma”, destaca el autor.

El soldado indicó que el asalto no se llevó a cabo con la precisión de un reloj y hubo poco heroísmo. También dijo que fue como una “película mala”. Además, desmiente que haya habido un tiroteo de 40 minutos y descarta que el terrorista muriera mirando a los marines a los ojos.

Desde el Pentágono advierten que están analizando el contenido del libro -que sale a la venta el 11 de septiembre, coincidiendo con el undécimo aniversario de los atentados del 11-S en EE.UU.- ya que puede poner en peligro la seguridad de EE.UU. y el autor, aunque ya está retirado, podría ser sancionado.
verdadera foto de Bin Laden segun "ellos" veamos otras, y esas heridas en el rostro?   

La orden era matar a Osama bin Laden

La orden del comando especial estadounidense que ejecutó a Osama bin Laden en Pakistán, el 2 de mayo, era matarlo, nunca fue capturarlo, revela un artículo que publica la revista The New Yorker.

“Nadie quería detenidos”, afirmó un oficial citado en el relato detallado de la operación que terminó con la vida del líder de la red extremista Al Qaeda en el poblado pakistaní de Abbottabad.
Según la publicación el grupo de operaciones especiales de la Marina de Estados Unidos (SEALs) no tuvo como orden detener a Bin Laden.
Y si todo salía de acuerdo a lo planeado, los SEALs dominarían a los guardias de bin Laden, para “disparar y matarlo a quemarropa”.
Luego tomarían “el cadáver de vuelta a Afganistán”, de donde salió en la noche del 1 de mayo el equipo de 23 efectivos en dos helicópteros, reseña The New Yorker.
Tras el asesinato, el presidente Barack Obama anunció en un discurso al país que Osama bin Laden estaba muerto y que su cuerpo fue arrojado al mar.Tal decisión ocasionó innumerables cuestionamientos internacionales, porque tampoco Washington accedió en un principio a divulgar las fotos del cadáver.
Cuerpo de Bin Laden está en EE.UU., dice WikileaksLos restos de Osama Bin Laden, tenido por autor intelectual de los atentados a las Torres Gemelas en 2001, no se arrojaron al mar, sino que fueron secretamente trasladados a Estados Unidos, reveló hoy el sitio alternativo Wikileaks.
El portal fundado por el periodista Julian Assange cita correos electrónicos filtrados por hackers del grupo Anonymous, quienes obtuvieron esos datos de la empresa privada estadounidense Stratfor, especializada en servicios de inteligencia y espionaje.
Inicialmente la Casa Blanca hizo creer al mundo que el cuerpo del ultimado líder de Al Qaeda había sido arrojado al mar, pero aparecieron evidencias de todo lo contrario en un correo del vicepresidente de Stratfor, Fred Burton.
El mensaje, enviado horas después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunciara los detalles de la operación comando contra Bin Laden, decía: “Según se informa, el cuerpo está en nuestro poder. Gracias a Dios”.

Apenas 25 minutos más tarde, se registró otro correo con el tema “Cuerpo con destino a Dover DE, en avión de la CIA”, en clara referencia al traslado de los restos en un vuelo secreto de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana.
“Dover DE” se refiere a Dover, en Delaware, el sitio de una importante base aérea a sólo 175 kilómetros de Washington.

Osama bin Laden fue abatido en su propia casa el 2 de mayo de 2011 en la ciudad paquistaní de Abbottabad, en el transcurso de la operación “Gerónimo”, llevada a cabo por 24 miembros de un cuerpo de élite de la Infantería de Marina de Estados Unidos.
La tumba abierta de Osama Bin Laden
En entrevista con Osama bin Laden realizada por el periódico Ummat, de Karachi, Paquistán, y publicada el 28 de septiembre de 2001, 17 días después del supuesto ataque de al Qaeda contra las torres gemelas del World Trade Center y el Pentágono, el hipotético “cerebro” del 11 de septiembre declaró que él y al Qaeda no tenían nada que ver con aquel ataque.

“No estoy implicado en los atentados del 11 de septiembre en los Estados Unidos… Yo no tenía conocimiento de estos ataques, ni considero que la muerte de otros seres humanos, niños y mujeres inocentes, sea un acto apreciable… el gobierno de Estados Unidos debe encontrar a los atacantes dentro del país… hay una gran posibilidad de que participaran organismos de inteligencia de Estados Unidos… hay otro gobierno dentro del Gobierno de Estados Unidos”, expresó bin Laden entre otras cosas.

La BBC Mundo hizo pública la entrevista, traducida al inglés, el 29 de septiembre de 2001. Pero el sensacional desmentido de bin Laden no fue reportado por los medios impresos ni televisivos de Estados Unidos. No hubo investigación por parte del ejecutivo y a nadie en el Congreso llamó la atención que bin Laden negara su responsabilidad en la mayor humillación que haya jamás sufrido una superpotencia. Si bin Laden hubiera reconocido que había burlado cuatro veces en una misma mañana a la NSA, la CIA, la DIA, al NORAD, el FBI, así como a todas las demás agencias estadounidenses de inteligencia, a todos los organismos de inteligencia de los países de la OTAN, a la Mossad de Israel, y además al Consejo de Seguridad Nacional, el control del tráfico aéreo y la Seguridad Aeroportuaria de EE.UU., aquello habría constituido la mayor proeza en la historia del mundo, una hazaña que habría hecho de al Qaeda la organización antimperialista más exitosa en la historia de la humanidad, una extraordinaria victoria sobre “Satanás” que habría convocado a millones de nuevos reclutas a sus filas. Pero el presunto “cerebro” negaba toda responsabilidad en tales hechos.

Lo anterior es observado en un trabajo publicado en su página web por Paul Craig Roberts, el destacado analista político que fuera Secretario Asistente de Hacienda, editor asociado del Wall Street Journal y columnista de Business Week, actualmente domiciliado en Europa.

Son pocos los estadounidenses que conocieron de la entrevista del 28 de septiembre de 2001, pero son muchos los que vieron videos en los que una persona que afirmaba ser bin Laden asumía el crédito por los ataques. Fueron videos difundidos todos con posterioridad a que, en diciembre de 2001, el Observador de Pakistán, la prensa egipcia y Fox News reportaran el fallecimiento de Osama bin Laden a causa de una enfermedad pulmonar.

Bin Laden también sufría de una enfermedad renal por la que fue hospitalizado para un tratamiento de diálisis en el hospital militar paquistaní de Rawalpindi el 10 de septiembre de 2001, un día antes de 9/11. Así lo reconoció la cadena CBS de 28 de enero de 2002. Un hombre que sufría una enfermedad terminal pulmonar y otra renal no habría podido sobrevivir una década hasta ser asesinado por los SEALs de la marina estadounidense que supuestamente lo mataron en Abbottabad. Un vecino del condominio donde se afirma que residía y fue asesinado bin Laden en 2011 había denunciado, en una entrevista que le hizo la televisión paquistaní, la falsedad de la versión oficial sobre aquel asesinato. Solo la prensa alternativa reportó en Estados Unidos esta entrevista con el único testigo presencial de lo ocurrido. Poco después del presunto asesinato, los 30 miembros de la unidad de SEALs ejecutora murieron en misterioso accidente en Afganistán y ni uno solo de los miles de marineros a bordo del portaviones Carl Vinson presenció el supuesto lanzamiento al mar del cadáver de bin Laden desde ese navío.

Aparentemente no resultó extraño a los medios ni al público que el gobierno estadounidense haya capturado y asesinado al cerebro del terror sin interrogarlo y sin conservar alguna evidencia o presentar testigos para apoyar la información oficial.

Un omnisciente bin Laden, aquejado de enfermedades terminales en el lejano Afganistán, derrotó al aparato de seguridad nacional de Estados Unidos y llevó a cabo un ataque contra el Pentágono, requiriéndose para la defensa de la superpotencia de una “guerra contra el terror” que ha destruido las libertades civiles de Estados Unidos y arruinado económicamente al país, con el fin de evitar el triunfo de quien en realidad había muerto por causas naturales en diciembre de 2001, considera Paul Craig Roberts.

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