..Una vez más..los perros judíos metidos en todas las mierdas habidas y por haber...

lunes, 26 de agosto de 2013

La familia Sharón y sus "apaños"

Primero fueron sus hijos los señalados con el dedo del fraude y la corrupción. Ahora le toca al cabeza de familia y de partido, Ariel Sharón, quien podría ser interrogado por la Policía. El Likud ha perdido en un mes el 25 por ciento de los escaños que creía seguros. Y la caída libre continúa
Tienen una granja en el desierto del Neguev. Permanecen unidos aunque en algunos casos mejor avenidos que en otros. Se ven salpicados por escándalos de fraude y corrupción. No son los miembros de la familia Channing, protagonistas de aquel culebrón de las sobremesas de hace años que hacían de las suyas entre los viñedos de Falcon Crest.
Son los Sharón que aunque no cosechan uvas se esmeran en la siembra y recogida de votos, tanto entre los suyos de un Likud algo tocado como entre el electorado israelí, convocado a las urnas el próximo 28 de enero.

Los Sharón, con su patriarca Ariel y sus dos vástagos, Omri y Guilad, están, cada día un poco más, atrapados en el ojo de un huracán político que ya se ha llevado consigo un puñado de sufragios y escaños que el Likud creía garantizados en la cita electoral de finales de mes.

Acusaciones de fraude

Las acusaciones de fraude, corrupción, cobros ilegales, financiación ilícita, pagos clandestinos contra Omri y Guilad éste último habría sido recompensado con centenares de miles de euros por «aconsejar» a un empresario turístico sobre posibles inversiones inmobiliarias en Grecia y en España, han poblado las distintas portadas de la Prensa israelí en las últimas semanas.
Sin embargo, hasta ayer, «Arik», como es conocido por estos lares, había salido indemne de la quema. Hasta ayer, cuando el diario «Haaretz» sacaba a la luz -como no en portada- un presunto caso de corrupción y fraude electoral que alcanzaría de pleno la línea de flotación política del actual primer ministro israelí y máximo favorito, todavía lo es de largo, para alzarse con la victoria en los comicios que se celebrarán el próximo 28 de enero.

Un millón y medio de euros

Según el rotativo de Tel Aviv, la familia Sharón, cono conocimiento y aquiescencia del patriarca, habría recibido un millón y medio de euros en enero de 2002 de un hombre de negocios surafricano, Cyril Klein, con el fin de liquidar un préstamo por idéntico montante concedido por el Banco Leumi para financiar la campaña de las primarias en el Likud en el año 1999. Préstamo que no se cerró por no poder hipoteca la familia Sharón su granja de «Los sicomoros», levantada sobre terreno público en el Neguev. La ley en Israel prohíbe la entrada de dinero extranjero en las campañas políticas nacionales.

El Haaretz señala asimismo que el Fiscal General del Estado, Elyakim Rubinstein, se habría dirigido al Ministerio de Justicia surafricano para recabar información y ayuda en la investigación de este caso. De confirmarse las sospechas iniciales, Ariel, Guilad y Omri Sharón, todos ellos involucrados en tan turbio asunto, podrían ser, además de interrogados por la Policía, acusados de abuso de confianza, falsedad de testimonios y soborno.

Ariel Sharón no quiso entrar ayer a saco en un principio en las acusaciones vertidas desde el Haaretz pero, mediada la tarde, no tuvo más remedio que ordenar a varios de sus principales asesores que convocaran una rueda de Prensa para intentar derretir una bola de nieve que no cesaba de crecer a medida que pasaban las horas. Tanto crecía que el candidato laborista, Amram Mitzna, pidió la dimisión de Sharón si no era capaz de dar una explicación convincente al respecto.

Los asesores de Sharón, no obstante, no dieron demasiados detalles sobre las acusaciones de los medios de comunicación, Se limitaron a rechazarlas y calificar las informaciones de «sarta de mentiras que sólo pretenden acabar con la carrera política del primer ministro». Alguno, no obstante, admitió que Sharón recibió ese dinero procedente de Suráfrica pero negó responsabilidades delictivas. «Arik», eso sí, ordenó a Rubinstein que investigue las fuentes del Haaretz, quizas que reciban una "vista" del Mossad

Tapar las grietas

Mientras las acusaciones en una y otra dirección se suceden sin solución de continuidad, los estrategas del Likud trabajan a destajo para tapar las grietas que amenazan con hundir su barco electoral en lo que hace solamente unas semanas pensaban sería un crucero de placer. El partido, acechado también por acusaciones de corrupción y compra de votos en sus recientes primarias, sigue a la cabeza de todos los sondeos. Pero en sólo un mes ha perdido el 25 por ciento de los escaños que le daban las encuestas. Y la caída libre amenaza con no detenerse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario